Con 51 años, este ingeniero civil de la Universidad Católica y destacado poeta, es el director ejecutivo del Hogar de Cristo desde 2014. Previo a su actual cargo, fue gerente general de Fondo Esperanza (2002-2014). Fondo Esperanza apoya a emprendedores –mujeres jefas de hogar en su mayoría– de sectores vulnerables a través de microcréditos, capacitaciones y redes. Desde su egreso de la universidad, ha estado ligado a la causa de Alberto Hurtado.
“En 1998, entusiasmado por la campaña ´2.000 mediaguas para el 2.000´, me acerqué a Benito Baranda, quien me propuso trabajar en la coordinación del voluntariado”, afirma. “Me enamoré del Hogar de Cristo. Al año siguiente, nos fuimos con mi señora a Chiloé a trabajar para la fundación”, agrega. Allí nació la primera de sus 4 hijos. Hoy es una autoridad en materia de pobreza, al punto que integra la Comisión Experta Asesora Presidencial para actualizar la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, CASEN, cuyos resultados deben ser dados a conocer en breve plazo.