A nivel nacional se habla de 21 mil personas viviendo en la calle, pero la realidad supera las 40 mil. No es intuición, es experiencia. Casi todos son chilenos: apenas un 1,4% son migrantes. Malas noticias para quienes pretenden culpar del problema a los inmigrantes, porque esta pobreza la fabricamos en casa.
Santiago. 07.07.23. Retratos a Elizabeth Campos Bustamante participante del programa Acogida Especializada, durante campaña Ruta Calle 2023 de Fundación Hogar de Cristo en comuna Cerrillos.
En Valparaíso, el 83% son hombres, el 17% mujeres. Más de mil tienen sobre 50 años. Envejecen en la calle, sin red, sin atención, sin tregua. En 2024, el 87% no accedió a una cama pública. No porque no quisieran, sino porque no había, o no llegaron, o llegaron tarde.
Ese mismo año, el Programa Noche Digna perdió más de 10 mil millones de pesos. Con ese monto se pudieron haber financiado casi 200 albergues. Pero no. Y la consecuencia fue inmediata: antes de que terminara julio, ocho personas ya habían muerto por hipotermia en situación de calle.
Ruta de atención nocturna en calle, instancia en que se entrega alimentación y asistencia a las personas en situación de calle, en esta ocasión además se entregaron sacos de dormir para poder sobrellevar las frías noches.
Eso es lo que ocurre cuando los presupuestos se ajustan hacia abajo y las decisiones se toman como si nadie fuera a morir por ellas. Frente a eso, aparece lo que sí funciona: Vivienda Primero.
Una estrategia que parte de lo obvio: nadie puede rehacer su vida en la calle, sin un lugar donde vivir. Una solución tan simple, tan evidente, que a muchos todavía les parece casi sospechosa. Pero ya está en marcha: se ha implementado en Valparaíso, Metropolitana, Maule, Biobío y Los Lagos. Y lo hemos visto: el 99% de quienes accedieron a una vivienda lograron dejar la calle.
Entonces el problema no es la falta de evidencia. Es que, si este 2025 seguimos tratando la situación de calle como un problema que solo existe en invierno, ya no será un error. Será una decisión.