Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo de Hogar de Cristo, en entrevista a radio T13, ahondó en la Estrategia Social 2025 que la fundación anunció debido a los cambios que ha experimentado la pobreza en nuestro país.
Factores como la migración, el déficit habitacional, la violencia, el envejecimiento de la población y la soledad de las personas mayores presentan desafíos que son urgentes y que son al mismo tiempo, complejos.
A este contexto se suman condiciones económicas que también han cambiado, por ejemplo, la alta inflación, la volatilidad del dólar, el bajo crecimiento, los que tensionan la sostenibilidad de la fundación. En esa línea se enmarca la estrategia social que fue definida en el año 2023 y que se ha acelerado para este 2025 producto de una tendencia económica que viene en los últimos cuatro años y que “hacían aún más inviables los modelos residenciales que son excesivamente onerosos en su operación”.
A continuación presentamos un extracto de las frases más relevantes de Juan Cristóbal Romero durante la entrevista sobre la Estrategia Social 2025.
“Desde el año 2023 comenzamos un proceso de cambio en la Estrategia Social del Hogar de Cristo que busca ir transitando gradualmente desde programas masivos hacia programas personalizados. Tradicionalmente hemos atendido a través de servicios masivos como las hospederías, las residencias de muchas personas. Sin embargo, las mejores prácticas que hemos ido recogiendo de experiencias internacionales, nos han ido alentando a cambiar una matriz de servicios masivos hacia otros más personalizados”.
“Un ejemplo de servicio personalizado, tiene que ver con el cuidado domiciliario de personas mayores y de personas con discapacidad mental. Servicio que hoy día el Hogar de Cristo presta a más de 2.200 personas a nivel nacional”.
Juan Cristóbal Romero durante el lanzamiento del libro de los 80 años de Hogar de Cristo.
“Otro ejemplo de programa personalizado son las viviendas compartidas, ya sea para personas en situación de calle, personas con discapacidad, personas mayores y jóvenes también. Personas que antes habitaban una hospedería o una residencia para personas mayores, hoy están en viviendas de una o dos personas”.
“Esto nos permite en estos momentos tener 88 viviendas en las que están habitando más de 240 personas. Queremos potenciar ese tipo de servicio respecto a lo que veníamos haciendo, entendiendo que es una oportunidad real de integración social. Personas que antes estaban en modelos cerrados, hoy día están integrados en sus comunidades, en sus territorios”.
“Esta tendencia se ha dado hace en los últimos 4 años y decidimos acentuar o acelerar esta oferta de servicios dado que ciertas condiciones económicas hacían aún más inviable los modelos residenciales, que son excesivamente onerosos en su operación. Una residencia para personas con discapacidad, una residencia para personas con los mayores al mes cuesta entre un millón y medio y dos millones de pesos por persona”.
“Efectivamente, el Estado ha ido avanzando en cubrir necesidades que hasta hace muy pocos años realizaba el Hogar de Cristo. En los últimos cinco años el Estado ha triplicado el presupuesto para personas en situación de calle: de 11 mil millones de pesos anuales a 34 mil millones de pesos”.
“Esto se traduce en una provisión de albergues, una red de dispositivos que hace cinco años no estaban disponibles. En muchos casos es redundante a los servicios que el Hogar de Cristo prestaba en algunas ciudades. Hoy día es posible que el Estado preste servicios masivos y de primera respuesta”.
“Esta realidad permite al Hogar de Cristo, por ejemplo, empezar a mirar cómo complementa esa oferta con servicios de segunda generación que busquen la real inserción social de las personas, con soluciones más definitivas y también, evitar la internación de personas mayores a residencias tradicionales con una vida mucho más activa en sus casas, en su barrio”.
“Nuestros servicios de apoyo domiciliario a personas mayores y personas con discapacidad los vinculan con la red pública para que reciban oportunamente atención médica, para que puedan insertarse laboralmente, volver a encontrarse con sus familias”.
“Voy a dar un ejemplo que es bien paradigmático. Teníamos una residencia cerrada para personas con discapacidad. Era atendida 24/7 en todos los servicios, desde la alimentación, el aseo, todas las labores las hacían nuestros equipos. Decidimos cambiar ese modelo y esas personas empezaron a vivir en viviendas colectivas. Pronto, empezaron a hacerse el desayuno, el aseo, las compras e incluso hasta las camas. Hogar de Cristo básicamente acompañaba ese proceso con capacitación, formación y marcando ciertos momentos del día para que ellos pudieran hacer correctamente sus labores, es decir, coordinaban las acciones. Hoy, esas personas están muchas independientes, algunas incluso están trabajando. Son unos vecinos más dentro de su barrio”.
“El modelo de casa compartido es muy innovador para la realidad nacional y por eso, difíciles de comprender, pero están operando con bastante normalidad. Del ejemplo anterior, hoy tenemos 88 viviendas y 240 personas que están viendo bajo esa figura”.
“Cuando les consultas por su nivel de satisfacción a estas personas, éste es total. Evidente porque obviamente hay una transformación también en su forma de vida. Deja de ser una persona dependiente a una que puede insertarse y sentirse útil, teniendo control de su vida, de su destino”.
“Otro ejemplo de servicio más personalizado, es el programa de vivienda primero para personas en situación de calle. Es un programa innovador en el que el Estado está participando desde hace cinco años. Partimos con un programa piloto en 2019 y su objetivo es insertar socialmente a personas en situación de calle a través de la vivienda”.
Vivienda Primero comenzó con un proyecto piloto en 2019. AGENCIA BLACKOUT
“Son viviendas o departamentos que se otorgan a estas personas y que cuentan con el subsidio de arriendo del Ministerio de Vivienda. Hoy son cerca de 700 personas a nivel país que dejaron de vivir en la calle y hoy residen en departamentos acompañados por fundaciones como la nuestra. Acabamos de abrir la semana pasada este programa en Coquimbo, con 10 departamentos en el que habitan 20 personas. Tenemos programas así en Santiago, Valparaíso y Osorno”.
“Nuestro compromiso con las hospederías sigue siendo real. Acabamos de inaugurar la nueva hospedería en Osorno, y estamos con el 50% de avance en la construcción de la hospedería de Calama. Porque son lugares donde no hay otra oferta que la nuestra. También estamos en el diseño de la hospedería de Castro”.
“El año pasado Hogar de Cristo cumplió 80 años de historia. Si hacemos un resumen, podemos ver que es una institución en constante cambio. Yo entré en 1998, llevo 27 años trabajando. Empecé como voluntario y después como profesional en un policlínico del Hogar de Cristo. Habían dos o tres policlínicos en ese entonces. Mi quehacer como voluntario fue dentro de una ambulancia para ir a prestar servicios de salud en poblaciones, en los barrios. Esa labor terminó a los tres o cuatro años de estar allí”.
“El Hogar de Cristo cerró su área de campamento, una área enorme que se transformó en Techo Chile. De repente, labores que dejamos de hacer tenemos que retomarlas. Estamos en este momento abriendo el área de trabajo comunitario que dejamos de hacer hace unos veinte años”.
“Esto porque justamente los barrios están escondiendo una pobreza producto de la violencia, del narcotráfico en la que el Hogar de Cristo tiene que estar. Eso es algo nuevo. Necesitamos de alguna forma liberar energía para entrar en otros sectores. Me refiero a los recursos básicamente. Y toda vez que incluso los recursos están siendo limitados”.
“El actual contexto económico nos obliga a ser más eficientes en el uso de recursos. La decisión de avanzar hacia modelos más personalizados se aceleró por un contexto económico que es apremiante”.
“El problema no ha sido tanto desde el punto de vista de los ingresos. Hemos estado creciendo como siempre al 4%, nominal, tanto en la constitución de los socios como de otras fuentes que tenemos. Lo que se ha incrementado sobre el 4% es el gasto. Hemos tenido períodos que ha crecido un 20% en un año. En eso no hay ningún 4% que sostenga y no podemos estar pidiéndoles a los socios que aumenten su cuota un 10%, un 20% al año”.
“El gasto se ha incrementado básicamente por tres fenómenos: la inflación que ya está en el 4%, o sea, eso ya se come todo el 4% de ingreso adicional. Y hay que agregar también mejoras en la normativa laboral, que es positiva, pero que nos afecta. Las 40 horas semanales, nos ha significado incorporar un turno completo más en la residencia, en la hospedería”.
Residencia de Adultos Mayores de Recoleta.
“Producto de la reforma de las pensiones, también una noticia excelente, el Hogar de Cristo tiene que absorberla de manera propia. No se la podemos transferir a nadie, porque no somos una industria ni vendemos productos. Todo esto aumenta el gasto y nos obliga a ir reduciendo costos”.
“Entonces la pregunta es ¿de qué me retiro y hacia dónde avanzo? Y básicamente la decisión ha sido en aquellas cosas donde hemos visto respuestas por parte del Estado”.
“Queremos que los servicios personalizados a los que nos estamos abocando, el día de mañana se transformen en políticas públicas. Tal como vemos que sucede en otros países más desarrollados, donde se entregan este tipo de respuestas a personas en pobreza. Si así ocurre, el día de mañana nosotros, por supuesto, tendremos nuevos desafíos”.
“La pobreza es dinámica, cambia completamente. Hay más conciencia de los derechos, del estado de bienestar, y va aumentando. Todo esto impone nuevos desafíos en materia del estar bien para una persona ciudadana”.
“El Hogar de Cristo vive de la solidaridad. Es una institución que gran parte de su existencia es gracias a los aportes de socios y a los voluntarios. Tenemos 360.000 socios hoy día que aportan todos los meses una cuota promedio de 7.000 pesos. Con eso vive el Hogar de Cristo”.
“Gracias a esos aportes mensuales, existen 35 jardines infantiles, tres escuelas para jóvenes excluidos del sistema escolar, las hospederías, las residencias y programas de empleabilidad también. El año pasado empleamos a 700 personas que están fuera del mercado laboral, personas con discapacidad, por ejemplo, en empresa a través de un modelo de colocación laboral”.
Sala Cuna y Jardín Infantil “Rucahue” de Concepción.
“Durante el 2024, y lo señalamos en nuestra Memoria, pasaron como voluntarios 90.000 personas. Desde colegios, universidades, empresas que decidieron hacer su voluntariado en alguna obra a lo largo del país. Son jóvenes, mujeres, hombres que muchas veces cuesta diferenciarlos de un trabajador, y están 24/7 operando. Por eso es tan doloroso el cierre de una obra del Hogar de Cristo. O sea, porque al final detrás hay todo un mundo de voluntariado, de contribuciones que son una historia”.
“Tenemos un importante grupo de personas voluntarias que en las noches sale a acompañar a personas en situación de calle. Es el voluntariado más importante que tenemos, realizan rutas calle como se denomina, íntegramente gestionado por voluntarios del país. Son verdaderas agrupaciones con sus nombres propios y una identidad genuina que trasciende también lo que es el Hogar de Cristo. Operan por su propia fuerza. Todos los que quieran vivir ese tipo de experiencia están invitados”.