Consideramos crucial restablecer los dispositivos que funcionaban el año pasado, como un tercer albergue en Temuco, otro en Angol y la implementación de una ruta médica y el Código Azul para fortalecer el sistema de atención en calle. Estas acciones fueron fundamentales el año pasado, y su ausencia ahora pone en grave riesgo la vida de los más vulnerables.
Por otro lado, nos preocupa que aún no se esté aplicando el Código Azul en la región. Muy pocos saben que la hipotermia, después del asesinato, es la segunda causa de muerte de las personas en situación de calle. Según cifras de la Corporación Moviliza, en 2023 se registraron 90 muertes en este grupo poblacional, de las cuales 45 fueron por asesinatos y 12 por hipotermia. Estos números son inaceptables y nos llaman a tomar acciones concretas e inmediatas para evitar más muerte durante la emergencia climática.
Están a nuestro alcance: activemos el Código Azul, abramos más albergues y restablezcamos las rutas médicas que demostraron su eficacia en años anteriores. Actuemos ahora, con la urgencia que esta situación demanda, para que las bajas temperaturas no se conviertan, como siempre, en una cuestión de vida o muerte para los más vulnerables.